miércoles, 15 de junio de 2011

80% de malformaciones generales del feto podrían detectarse con un buen ultrasonido

Un análisis bien realizado puede detectar enfermedades tratables de forma intrauterina o preparar mejor a la madre y a los médicos para el nacimiento de un bebé que requiera cirugía inmediata.


La ecografía o ultrasonido se ha convertido hoy en día en un paso determinante para la sobrevivencia del bebé. El equipo técnico y la
preparación de quien realiza el examen son claves para comprobar las condiciones de salud del que está por nacer y si existe riesgo para él o la
madre. Por ello, es fundamental que el proceso se realice siguiendo ciertos estándares que permitan obtener la mayor cantidad de información y a tiempo de poder enfrentar mejor los desafíos que, por ejemplo, un tratamiento intrauterino tiene.

Teniendo en cuenta la situación, la Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología (Isoug, siglas en inglés) acaba de publicar (enero 2011) los nuevos lineamientos para realizar un examen de calidad. El doctor
Hernán Muñoz, gíneco-obstetra especialista en medicina materno fetal de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (SOCHOG), y uno de los autores del paper, explica que la guía está orientada para la ecografía del trimestre medio (20-24 semanas) y otorga los estándares mínimos para que el examen cumpla con los objetivos de pesquisa de malformaciones, patologías
fetales y riesgo de tener enfermedades maternas durante el embarazo.


"En todo el mundo se hacen ecografías libremente, sin mucha supervisión de quién la hace, si está formado, si la máquina es la adecuada, etcétera. Los objetivos de hacer ultrasonido son varios, pero aquí lo más importante es saber si se tiene un bebé o no, que está vivo y que tiene el tamaño
adecuado, que no tiene defecto estructural, pero luego se observan algunas cosas funcionales que nos permiten predecir un parto prematuro, guaguas
chicas o hipertensión en el embarazo", señala.


Esas predicciones se realizan a través de la medición del cuello del útero, que determina si existe riesgo de tener un parto antes de las 34 semanas, con una eficacia de entre 20% y 40% si se descubre en el examen del trimestre medio. "También se analiza el paso de sangre por las arterias uterinas que identifica al 90% de las pacientes que van a tener una hipertensión severa o una restricción del crecimiento intrauterino severo(bebés pequeños) durante el embarazo, con dos meses de anticipación", dice
el especialista.

La aplicación adecuada de este examen podría aumentar el porcentaje de malformaciones generales detectadas del 50% al 80%. Muñoz asegura que todas las patologías estructurales son diagnosticables a través de este examen,
aunque son pocas las que pueden tratarse antes que el bebé nazca. "Lo que hacemos, especialmente en un país como Chile es que, primero, las madres
sepan y que los niños nazcan en el sitio donde deben nacer. Un niño que va a requerir cirugía las primeras 24 horas de vida no puede nacer en un hospital pequeño o aquel que va a nacer antes de tiempo, en un hospital que no tenga
unidad de tratamiento intensivo", enfatiza.

Si bien estas guías técnicas no constituyen ley, sí son una recomendación muy poderosa para que la gente haga lo que se debe hacer y se forme, dice el médico, por lo que la sociedad realizará cursos en todo el mundo.

Sobre la situación de Chile en el tema, el Dr. Muñoz cuenta que hace unos años hicieron guías clínicas, sin embargo, es necesario actualizar y además,mejorar la calidad de los equipos, en especial, en el sistema público

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